Cuando ocurre un accidente de auto, muchas personas sienten alivio al pensar que “no pasó nada grave”. Caminan, respiran, y todo parece estar bien… hasta que pasan los días y el cuerpo comienza a hablar. Dolor de cuello, rigidez, mareos o incluso ansiedad y falta de sueño pueden aparecer mucho después del impacto. Este tipo de lesiones, aunque invisibles al principio, pueden tener consecuencias serias si no se atienden a tiempo.
El cuerpo en estado de shock
Tras un accidente, el cuerpo libera adrenalina y endorfinas, sustancias que enmascaran el dolor. Esto puede hacer que lesiones como latigazo cervical, conmociones cerebrales o microfracturas pasen desapercibidas durante las primeras 24 o 48 horas. Por eso, aunque te sientas bien, siempre es recomendable acudir a un médico lo antes posible. Un examen temprano puede detectar daños que podrían empeorar con el tiempo.
Lesiones que pueden tardar en manifestarse
Algunas de las lesiones más comunes que se presentan días después de un accidente incluyen:
- Latigazo cervical: Dolor y rigidez en cuello y hombros, mareos o visión borrosa.
- Lesiones musculares o en la espalda: Inflamación, dificultad para moverse o dolor al caminar.
- Conmoción cerebral leve: Dolor de cabeza persistente, confusión o dificultad para concentrarse.
- Trauma psicológico: Pesadillas, ansiedad o miedo de volver a conducir.
Estas lesiones no siempre se detectan en radiografías simples, por lo que es vital insistir en una evaluación médica completa y documentada.
La importancia del reporte médico y policial
Aunque el dolor aparezca después, es fundamental tener un reporte médico y un reporte policial desde el inicio. Sin esos documentos, la aseguradora puede argumentar que tus lesiones no fueron causadas por el accidente.
El reporte médico vincula los síntomas con el accidente, y el reporte policial deja constancia oficial del evento. Ambos son esenciales si más adelante decides reclamar compensación.
Qué hacer si el dolor aparece días después
- Acude a un médico de inmediato. Explica que tu dolor comenzó después del accidente.
- Guarda todos los comprobantes. Medicinas, citas, terapias o cualquier gasto relacionado.
- Evita hablar con la aseguradora sin asesoría. Suelen aprovechar cualquier retraso en el diagnóstico para minimizar o negar tu compensación.
- Contacta a un abogado con experiencia en accidentes. Puede ayudarte a demostrar la conexión entre el accidente y tus lesiones, aunque hayan aparecido días después.
Por qué consultar a un abogado es clave
Las aseguradoras están entrenadas para pagar lo menos posible. Si no tienes representación legal, pueden decirte que tu dolor “no está relacionado” con el choque o que “ya pasó demasiado tiempo”. Un abogado con experiencia sabe cómo reunir evidencia médica, reportes y testigos para fortalecer tu caso y asegurarte una compensación justa por gastos médicos, pérdida de ingresos y sufrimiento emocional.
El contenido de este blog es solo para fines informativos y no constituye asesoría legal.
